Tuesday, October 11, 2005
Bueno, bueno, bueno... otra vez aki de nuevo... Pero esta vez seré muy breve, porke la verdad es ke poco tengo ke decir. Ya ha empezado el otoño.
Ayer empezaron las clases.
Empieza a oscurecer pronto.
Acabo de llegar de pasear un ratillo al perro. Cuando he salido aún se veía el camino en el parke.
Ya hace frío por las noches.
Le he tirado un par de veces la pelota a la perrilla, y al final me he ekivocado. Es decir, me ha salido el tiro por la culata, y la pelota se me ha caído al río. Así ke me he acercado a buscarla, pero cada vez había menos luz, y tal vez se había hundido. He mirado largo rato como bajaba el agua llena de ramillas y hojas. Algún pato ha pasado. Luego me he girado, y encima del puentecillo había una pareja. No les veía muy bien, pero lo ke si me ha gustado ha sido su reflejo vidrioso en las aguas plateadas del río. Y ahí me he kedado un rato, co la perra alrededor mío rastreándo cada centímetro de césped. Después me he girado y he decidido volver pa casa. He seguido recto el camino del parke. A mi derecha estaban las caravanas de los gitanos, ke vienen cada año. Como ya era de noche, y tenían las luces encendidas dentro, se les veía claramente. Yo he chafardeado un pokillo intentándo sobretodo ke no se dieran cuenta. Y así, poco a poco he vuelto a casa. Al final he pasado por el parkecillo más pekeño ke hay antes de llegar, y ahí estaban los chavales del barrio fumando porros en un banco, y las chicas, arregladitas, hablando de pie unos metros más adelante.
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Ayer empezaron las clases.
Empieza a oscurecer pronto.
Acabo de llegar de pasear un ratillo al perro. Cuando he salido aún se veía el camino en el parke.
Ya hace frío por las noches.
Le he tirado un par de veces la pelota a la perrilla, y al final me he ekivocado. Es decir, me ha salido el tiro por la culata, y la pelota se me ha caído al río. Así ke me he acercado a buscarla, pero cada vez había menos luz, y tal vez se había hundido. He mirado largo rato como bajaba el agua llena de ramillas y hojas. Algún pato ha pasado. Luego me he girado, y encima del puentecillo había una pareja. No les veía muy bien, pero lo ke si me ha gustado ha sido su reflejo vidrioso en las aguas plateadas del río. Y ahí me he kedado un rato, co la perra alrededor mío rastreándo cada centímetro de césped. Después me he girado y he decidido volver pa casa. He seguido recto el camino del parke. A mi derecha estaban las caravanas de los gitanos, ke vienen cada año. Como ya era de noche, y tenían las luces encendidas dentro, se les veía claramente. Yo he chafardeado un pokillo intentándo sobretodo ke no se dieran cuenta. Y así, poco a poco he vuelto a casa. Al final he pasado por el parkecillo más pekeño ke hay antes de llegar, y ahí estaban los chavales del barrio fumando porros en un banco, y las chicas, arregladitas, hablando de pie unos metros más adelante.
