Saturday, June 03, 2006
La calle fresca huele a naturaleza. Han crecido pequeñas flores blancas en el césped.
El aire puro llena mis pulmones mientras vuelvo a casa en bicicleta. Siempre se oyen pájaros cantando. A veces erizos, ciervos y obejas.
Y todo junto es tan perfecto.
Pero hay algo que rompe la harmonía. Son mis oscuras fantasías, Que hacen que toda esta perfección se desvanezca y que solo quede tristeza y agonía.
Yo vengo de la gran ciudad.
Y mi alma la hecha de menos.
Yo disfruto del callejón
Y de las noches de jaleo
Del borracho que canturrea
y de oír lejanas las peleas.
Sueño con los coches y el ruido
y con la suciedad que los rodea
Sueño con la música de madrugada
Y con los jóvenes en las plazas.
Los autobuses, la gentada.
Y la calles desgastadas.
Los mercados, los paseos
Y las casas abandonadas.
Eso soy yo y eso es lo que ahora necesito.
Sé que luego me cansa,
Pero ahora mi alma me lo pide a gritos.